Parafilias (parte 1)

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Uno de los temas que más ha llamado la curiosidad lo largo del tiempo es el tema de las prácticas sexuales que las personas no consideran tan "normales" o bien "tradicionales". A estas prácticas que en algún momento se les conoció y denominó bajo la etiqueta de "perversiones" por ser consideradas también como "desviadas", a partir de la década de los 60 se les conoció como "parafilias".

El creador de dicho término es John Money, quien entendió por parafilia un "amor más fuerte e inclinado por…". Esto obedece en primer lugar aquel término apareció en el libro intitulado "los mapas del amor", razón por la cual no es de extrañarse que el autor se haga referencia en todo lo largo de su libro a los comportamientos que son esperables en las prácticas amorosas.

La relación que plantea John Money al referirse en que existe una inclinación más fuerte, trae implícita la afirmación de que existe un eje central, razón por la cual el autor parte de la idea de que existe algo que puede ser denominado y considerado como "normal".Tal vez la intención inicial del autor fuera extraer las parafilia de los contextos de desviaciones y de perversiones, más sin embargo el hecho de establecer una normalidad tal y como lo señaló en su momento el sexólogo Juan Luis Álvarez-Gayou, inevitablemente cae en el detalle de volver a categorizar dichos comportamientos. Sin embargo estas críticas las abordaremos en la segunda parte de este blog.

La parafilia se entiende entonces como una inclinación activadora del deseo sexual que resulta eficaz y eficiente para la persona precisamente la labor de activar su deseo. Consiste entonces en prácticas sexuales que están destinadas a generar también un alto nivel de excitación y por tanto que influyen directamente en la función orgásmica de una persona.

En dicha función de influencia sobre el deseo sexual, las parafilias pueden considerarse desde leves, hasta exclusivas. Entendemos por leves cuando el objeto o situación que resulta excitante puede estar presente de forma ocasional en una actividad sexual, pero no es requisito imprescindible para la excitación del individuo. Cuando decimos que es exclusiva, quiere decir que el objeto o situación debe de estar presente en la totalidad de las ocasiones, y que es requisito imprescindible para que el individuo pueda alcanzar su deseo, excitación y por ende su orgasmo y satisfacción, es decir que debe de estar presente en la totalidad de las actividades sexuales, y que en ocasiones puede sustituir el acto sexual con otra persona.

Bajo esta connotación, entendemos entonces que las parafilia son de finalidades eróticas, y que tienen una relación directa con la actividad sexual de una persona.

John Money agrupó las parafilias en seis tipos distintos, o seis categorías distintas, dentro de las que se agrupan las prácticas comúnmente denominadas como "filias" de las personas. Si bien es cierto para este año 2016 estas clasificaciones han sido superadas, y mejoradas por mucho, como dato histórico es bueno conocer dicha clasificación:

- Parafilias sacrificadoras: se refiere a aquellas en las que uno o ambos sujetos deben ser castigados por sentir lujuria. Según el autor dicho parafilia puede abarcar desde un juego de consentimiento mutuo, hasta crímenes lascivos con personas desconocidas. Se puede incluir acá el sadismo, el masoquismo y la catástrofilia (excitación por los desastres).

- Parafilias depredadoras: son aquellas donde sólo puede tolerarse la lujuria cuando se toma por la fuerza ya sea el sexo, o bien un objeto. En este tipo parafilia la persona puede imaginar o actuar ya sea como el victimario, o como la víctima. En ese tipo de parafilias se puede realizar desde un juego en el que se opone la resistencia, hasta encontrarse excitado por ser víctima de un secuestro.

- Parafilias mercantiles: el autor menciona que es cuando sólo las personas "malvadas" puede sentir el placer. Como por ejemplo aquellas en las que la persona se siente excitada por sentirse "como prostituta", o bien aquellas en las cuales la persona puede tener sexo telefónico, web cam, y siente placer al sentirse que está siendo contratada, o bien ser el contratante.

- Parafilias fetichistas: es cuando la persona incluye dentro del acto sexual algún objeto que ella considera como "perverso". El objeto escogido se le denomina fetiche debido a que se le "culpa"o "responsabiliza" a él de la excitación sexual, desligándolo de la responsabilidad personal del individuo.

-Parafilias selectivas: cuando las personas que se encuentran como sexualmente apetecibles, no deberían de estar dentro del grupo aceptable de personas sexualmente apetecibles. En esta categoría la connotación de "aceptable" está determinada por los cánones sociales.Un ejemplo de ello es lo que Money denominó la "paidofilia inversa", que consiste en el gusto atracción de una persona joven por una persona mucho mayor.

- Parafilias atractivas: cuando es necesaria una determinada etapa de comportamiento, que puede preceder al coito y que se convierte en el "acontecimiento principal". En esta categoría es donde tradicionalmente se ubica el exhibicionismo y el voyeurismo.

Ahora bien, como ya se dijo esta clasificación si bien es cierto en su momento representó un avance significativo respecto a las clasificaciones previas de "perversión" o de comportamiento "degenerado", en la actualidad ha sido superada por mucho gracias a los nuevos aportes de la sexología científica moderna.

Las concepciones más recientes, basadas en criterios más descriptivos y objetivos, serán el objetivo de la parte dos de este blog.








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