ACERCA DE LA HOMOFOBIA

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En esta ocasión, dejo por acá la reflexión de mi querido amigo Henry Quesada, sobre el uso del término homofobia, el cual transcribo íntegro tal cual me lo dió.

 
                                                                       “No busquemos solemnes definiciones de la                                                                       libertad. Ella es sólo esto: Responsabilidad.”
George Bernard Shaw




ACERCA DE LA HOMOFOBIA


E
n el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (en inglés Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, o DSM, uno de los manuales psiquiátricos más usados por los psicólogos del todo el mundo, la homosexualidad fue descartada en 1973 por la APA, como trastorno mental, y en 1974 la séptima edición del DSM-II la calificó como un desorden de la orientación sexual, más en 1990, la OMS la elimina del listado de trastornos mentales, aunque al fetichismo transvestista aún tomaría más tiempo.
    Ciertamente la exclusión de la homosexualidad de este manual de trastornos mentales fue un gran avance en la aceptación de las diferentes estilos de vida, por no mencionar el hecho de que con este acto se corrigió una situación que nunca se debió haber dado, y esa es psiquiatrizar todo aquello que resulta diferente, o en otras palabras, convertir en enfermedad mental lo que sencillamente es diferente.
     Ahora bien, en la actualidad también se ha psiquiatrizado otro término que para mi, se ha usado indiscriminadamente de forma errónea y ese término es homofobia.
     La homofobia hace referencia a la aversión obsesiva (homo que significa hombre y fobia, del griego antiguo "Fobos", ‘pánico’) contra hombres o mujeres homosexuales, aunque generalmente también se incluye a las demás personas que integran a la diversidad sexual, como es el caso de las personas bisexuales o transexuales, y las que mantienen actitudes o hábitos comúnmente asociados al otro sexo, como los metrosexuales y los hombres con ademanes tenidos por femeniles o las mujeres con ademanes tenidos por varoniles.
     Ahora bien, estoy claro y de acuerdo con el hecho de que existen personas que sufren de homofobia, cuyo caso debería incluirse este término en le DSM.   En lo que no estoy de acuerdo es que se use el término homofobia de la forma en que se ha usado hasta este momento.   Me explico.
     En la forma más estricta del término, que creo es la que debe tomarse, una fobia (palabra derivada de "fobos", en griego antiguo, pánico) es un trastorno de salud emocional o psicológico que se caracteriza por un miedo intenso y desproporcionado ante objetos o situaciones concretas.
     Estas fobias tienen básicamente tres síntomas importantes que las caracterizan a todas y esas son:

a) Importante incremento de la activación vegetativa: taquicardia, sudoración, vasoconstricción periférica, enrojecimiento, palidez, malestar estomacal, sequedad de la boca, diarrea, etc. (reacciones a nivel del sistema fisiológico).
b) Conducta de evitación o escape: cuando el sujeto se encuentra inesperadamente en la situación temida, si el sujeto es forzado a mantenerse en dicha situación, entonces pueden aparecer perturbaciones de la ejecución motora a nivel vocal y/o verbal: voz temblorosa, muecas faciales, movimientos extraños de las extremidades, rigidez, difluencias, etc. (reacciones a nivel de sistema motor).
c) Anticipación de consecuencias favorables o catastróficas: es la evaluación negativa de la situación y/o de las propias capacidades, la preocupación por las reacciones semánticas y los pensamientos de escape o evitación (reacciones a nivel del sistema cognitivo).

     Tomando en consideración estas sintomatologías, no todas las personas que se les llama homofóbicas encajan con las características que le son tan propias de las fobias, o dicho de otra manera, la homofobia si bien existe, no está siendo utilizado correctamente para diagnosticar, por lo que muchas personas que demuestran una clara aversión hacia las personas LGTBI se les ha llamado homofóbicos sin serlo, al menos no epistemológica y psiquiátricamente hablando, omitiendo de esta forma los criterios clasificadores.
     Y es que yo no podría negar que existen personas homofóbicas, por supuesto que las hay, pero colocar dentro de esta clasificación, por ejemplo, a las personas que no sienten empatía, pero que no odian a las personas LGBTI, o bien a las personas que sienten un fragrante odio por las personas LGBTI, hace que se rompa con el criterio diagnóstico y esto, termina por vulgarizar e invalidar lo que en principio debería ser un trastorno psicológico.
     Así pues, las personas que odian a las personas LGBTI, más que una fobia se acercan más a las características de la misoginia la cual se define como el odio o la aversión hacia las mujeres o niñas.  
     Esta misoginia puede manifestarse de diversas maneras, las cuales van desde la denigración y discriminación, hasta la violencia y la cosificación sexual de la mujer.
     Debido a esto, es mi opinión, que se ha usado el término homofobia de manera masiva para señalar a todas las personas que pueden sentir una aversión y/u odio hacia las personas LGBTI, y por tal ha sido usada de forma errónea, pues en realidad lo que debería usarse es misoginia, en cuanto lo que se aborrece es la feminización.
      Por lo anterior es mi propuesta que:

1-      Sea más estricta la utilización del término homofobia, apegándose a los criterios diagnósticos de las fobias.
2-      Que se use el término misoginia refiriéndose a las personas que llegan a sentir una aversión, sobre todo agresiva, contra las personas LGBTI
3-      Si es del caso, que se construya un término que se refiera exclusivamente a las personas que sienten una aversión, sobre todo agresiva, contra las personas LGBTI.
4-      Que no se patologice a las personas por el simple hecho de no sentir afinidad por alguna persona LGBTI, pues así como fue un error patologizar a la homosexualidad, sería otro error patologizar un conflicto de caracteres.









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