La masturbación, autoexploración o sexo en solitario, en ocasiones ha sido menoscabada, especialmente por las ideologías de tipo religioso que la tildan de pecaminosa, y asociada al pasaje bíblico de la historia de Onán, del que la misma hereda el nombre de "Onanismo".

La idea fundamental de que sea un acto inapropiado, proviene de una triada de factores asociados a la sexualidad considerada como "normal" o "apropiada". Estos factores son: a) que la sexualidad debe ser heterosexual; b) que implique actividad coito-genital; y c) que sea de fines reproductivos. Al revisar esta triada (de origen sociológico) pues efectivamente se ve que es imposible tener un acto coito-genital en solitario, o bien, que no es posible reproducirse solo;  de ahí que cae en lo inapropiado ante las costumbres histórico-morales de algunas ideologías.

Sin embargo, lo cierto del caso es que la masturbación es una expresión de la sexualidad tan válida como cualquier otra, y el sexo en solitario puede ser tan gratificante y beneficioso como la actividad sexual en pareja.

No sólo mejora el autoconocimiento sexual, o como decía Facundo Cabral "es una antología de nuestros mejores orgasmos"; está científicamente comprobado que mejora el funcionamiento del sistema inmunológico (Universidad de Pennsilvania), reduce la presión sanguínea y mejora la circulación, para los hombres reduce la probabilidad de padecer cáncer prostático, y para ambos sexos funciona como un relajante para cuando se está ansioso, fortalece la musculatura pélvica, aumenta la libido, y mejora el estado emocional, al liberar grandes cantidades de endorfinas y dopamina.

Es falso que sea una actividad que se practique únicamente cuando "no se tiene pareja" o "se es soltero/a"; y el hecho de que una persona se masturbe cuando tiene pareja, no es señal de un problema, y no es el equivalente a una infidelidad. Contrario a lo que se piensa, una persona con pareja y con una buena vida sexual es más propensa a masturbarse, dado que los niveles de testosterona se mantienen elevados y activos, lo que hace que la excitación aparezca con una frecuencia mayor; es decir, que una buena sexualidad con la pareja es un activador de la sexualidad en solitario.

Al igual que la actividad sexual en conjunto, es necesario tener tiempo, darse el espacio, relajarse, preparar el ambiente, incluir elementos que activen el deseo, y permitirse a sí mismo disfrutar. No está mal el uso de juguetes sexuales que coadyuven la práctica, y la fantasía es algo que se puede explotar en esta práctica.

Es importante darse el chance de explorarse y conocerse, los beneficios superan por mucho, a los falsos mitos que rodean a la masturbación.

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Articulos elaborados por Galo Guerra, Psicólogo y Sexólogo. Con la tecnología de Blogger.